Por: Angélica Morales
«al parecer las mujeres tenemos una fuerza espiritual mayor para salir de los problemas, somos más fuertes mentalmente… en general soportamos mas el dolor»
Nunca me había cuestionado tanto sobre un tema como en estas ultimas semanas, hace unos días la prensa anunciaba la muerte del diseñador de moda y director creativo de una las firmas más importantes del país. Literalmente decía así: «Manuel Mota, el director creativo de Pronovias durante 23 años, ha fallecido a los 46 años» en posteriores informaciones confirmaron que se trato de un suicidio, al parecer por problemas laborales.
Lo que me inquieta sobre esta noticia no es el personaje, mucha gente se suicida, músicos, escritores, poetas, actores, gente «normal» como tú y yo. Todos tenemos problemas de todo tipo, laborales, familiares, de salud, amor, traumas del pasado, en fin existen muchos motivos para sentirnos preocupados, estresados, agobiados, al borde de la locura.
Mi pregunta es: Qué puede llevar a un ser humano a atentar contra sí mismo?, a hacerse más daño del que ya tiene, en qué estado moral, en qué hoyo negro puede estar para llegar a la reflexión del suicidio, cualquiera puede decir «tendrías que estar en su lugar» y yo digo muchos hemos estado ahí. Mi intención no es juzgarles, eso no me corresponde a mí, pero quisiera poder comprenderles.
Sé que todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido sin salida, en situaciones extremas que nos pudieron haber llevado a tal decisión y por eso me cuesta mucho aceptar que esa sea la única solución que encontraron.
Existen muchos factores externos e internos, que pueden hacernos salir de la oscuridad, no tenemos todos la misma fuerza espiritual, el mismo amor por la vida, ni el mismo temor a Dios, eso esta claro. No obstante lo grave de la situación no es eso, lo realmente grave es que las personas que les amamos no nos damos cuenta de lo mucho que sufren, de lo débiles que están, y eso si me inquieta.
Qué podemos hacer si en muchos casos no dan señales de ningún tipo?
No somos psicólogos, ni expertos en la materia, pero en la mayoría de casos solo necesitan sentirse amados, saber que cuentan con alguien, que no estàn solos.
Sabemos que el dinero no ayuda, cuantos personajes famosos a lo largo de la historia se han suicidado, ni el dinero, ni la fama, ni viajes, ni joyas, ni la belleza física, nada evitó que se suicidaran. Entonces cuál es la salida, qué hacemos para evitar el estado suicida?
Como el tema es algo que me importa, me puse a investigar un poco y no es por asustar a los chicos, pero los datos estadísticos a nivel mundial indican que son los hombres los que más se suicidan, al parecer las mujeres tenemos una fuerza espiritual mayor para salir de los problemas, somos más fuertes mentalmente. No digo que no hayan mujeres suicidas, pero en general soportamos mas el dolor y eso científicamente esta comprobado.
También somos más receptivas y quizá podamos hacer más en este tema.
No soy ninguna experta, pero me gusta leer, observar y aprender de los demás y me he dado cuenta que tenemos que fortalecer nuestro espíritu, enriquecer el alma para poder luchar contra cualquier adversidad. Muchos se alimentan en la religión, en la familia, en los amigos, otros en convivir con la naturaleza, en hacer deporte, en fin cada uno tiene su método, pero sea el que sea, lo importante es tener un espíritu fuerte.
En las instalaciones del parque El Cafetalón del municipio de Santa Tecla, La Libertad, también hay conexión gratuita a Internet. (Foto cortesía de la alcaldía de Santa Tecla)
Artesanías de Ilobasco
Hay que cultivarnos para dar frutos y aunque no lo crean hay que alimentarnos bien para tener una mente equilibrada, reír, llorar si hace falta, gritar, dejar salir tu voz, tu dolor, perdonar, amar, soñar, en conclusión disfrutar de la vida, cuesta, pero podemos intentarlo juntos. La soledad en este caso es nuestro peor enemigo.
Prestemos atención a las personas que están a nuestro lado, en nuestro entorno, sobretodo a aquellos que presentan síntomas depresivos, o que en alguna ocasión han intentado hacerse daño, no sabemos si con un gesto, una sonrisa o una palabra amable, le estamos ayudando a darse una segunda oportunidad.