Por: Jessica Duran.
Observar la naturaleza es una de las cosas más bellas y reconfortantes que me encanta hacer, pero combinar lo natural con las construcciones de la mano del hombre, es algo aún más maravilloso. Esto fue lo que sentí al visitar uno de los lugares más emblemáticos y reconocidos de la ciudad de San Francisco en California, me refiero al Palacio de las Bellas Artes o PALACE OF FINE ARTS, como se le conoce en inglés.
Este lugar es visitado por 500 mil personas cada año, es el más retratado por los turistas y fotógrafos de boda y quinceañeras de la localidad, pero ¿por qué se ha convertido en uno de los sitios más visitado de la zona?
Pues como toda una amante de los viajes yo me di a la tarea de visitarlo para comprobar con mis propios ojos la tan afamada belleza del lugar. Así que una tarde soleada de invierno con cámara en mano y con unas acompañantes maravillosas, me refiero a mis 3 sobrinas, mi hermana y mi bella bebé, emprendí mi viaje.
Llegar al lugar fue más fácil de lo que esperaba, ya que la ciudad de San Francisco es muy reconocida por sus direcciones extraviadas y la falta de estacionamiento, pero con la ayuda de mi amigo el GPS, llegamos en unos 45 minutos, y lo más milagroso fue encontrar a la vuelta de la esquina un sitio ideal para estacionar nuestro auto.
Listas y ansiosas bajamos del transporte que nos condujo hasta ahí, y con la primera mirada que dimos al lugar nuestros ojos quedaron encantados con este “oasis griego”, nosotras no podíamos creer que esta estampa, combinación de la madre naturaleza y de la mano humana, se encontrara en medio de una ciudad llena de rascacielos y monumentales edificios que albergan a las firmas de compañías más famosas de todo el mundo.
Pero era una realidad, ahí estaba el Palacio de Bellas Artes, un edificio que fue construido en el año de 1915 como un museo que albergaría exposiciones de obras de artes internacionales, pero su construcción rompería el esquema de las aburridas edificaciones de museos, ya que lo convirtieron en un parque con inspiración en las arquitecturas Romanas y Griegas.
Esta edificación cuenta con una rotonda clásica romana, contorneada por enormes columnas parecidas al Partenón de Grecia. Toda esta arquitectura épica en medio de un hermoso lago adornado con cisnes blancos y un ambiente natural, crean un paisaje realmente hermoso.
Aquí los visitantes aprovechan para hacer pic nic, dar un paseo en bicicleta, contemplar la construcción o simplemente posar para inmortalizar el recuerdo en una fotografía. Los más curiosos deciden ingresar al teatro que alberga el museo denominado Exploratorium, que hoy en día cuenta con extraordinarias exhibiciones de ciencia y arte.
Nosotras decidimos convertirnos en modelos y posamos en cada uno de sus rincones, es que es imposible estar aquí y no desear tener un recuerdo de cada esquina de esta maravilla del hombre y de la naturaleza.